Son los únicos profesionales habilitados para trabajar en las instalaciones de gas. La matrícula es otorgada por la Distribuidora en base a la presentación de títulos habilitantes, en función de los cuales se les asigna una categoría: hay matrículas de 1er, 2do y 3er grado, que determinan el tipo de obra sobre las cuales se pueden desempeñar.
No basta con el conocimiento de la materia: la matrícula es fundamental, porque garantiza que el profesional cuenta con la capacitación correspondiente.
Si permite que personas sin matrícula efectúen trabajos dentro de su hogar está tomando riesgos de que alguien sin la formación más actualizada opere sobre la seguridad de su familia.
No solo es necesario contar con un especialista cuando se realiza una nueva instalación de gas natural, se modifica un artefacto, ya sea éste nuevo o usado, o una modificación sobre una instalación de gas natural existente cuando una remodelación estructural pueda llegar a afectar una instalación de gas, como por ejemplo un cerramiento de un patio o balcón.
En departamentos es responsabilidad de los usuarios el mantenimiento de las instalaciones internas en las condiciones requeridas por las autoridades competentes.
A su vez se recomienda que un gasista matriculado revise periódicamente todas las instalaciones del hogar para verificar el correcto funcionamiento de los artefactos, los conductos de evacuación de gases y las rejillas de ventilación.
Así la intervención de un gasista matriculado se vuelve fundamental para la seguridad de su familia, ya que estos tienen la obligación de informar a la Distribuidora las tareas para la cual fueron convocados dejando constancia del correcto proceder de su trabajo (evitando los típicos atados con alambre de otros servicios).
Por lo que no dudes en contratar un especialista para realizar trabajos sobre tu instalación de gas ya que el mayor ahorro es en seguridad.